El portavoz del PP de Villanueva de la Serena, Guillermo Borrallo, ha pedido la dimisión del concejal de Hacienda, Luis Solís, al entender que no ha llevado bien el proceso de contratación de los conserjes de los colegios públicos, un proceso que ha calificado como “una burla a los parados de Villanueva”.
Creo que nos tomamos muy a la ligera el pedir la dimisión de cualquier cargo sólo por el hecho de creer que alguna de sus gestiones no ha sido la correcta. Al parecer, lo mejor es que ante un error, encargado fuera y que venga otro, otro que tendrá en ponerse al día con el considerable retraso en los demás temas que se tengan que tratar. ¡Y queremos un ayuntamiento fluido!
No entiendo de política, ni quiero saber. Sólo entiendo que si un cargo público no ha llevado bien algún proceso no debe dimitir, debe arreglar el desaguisado o tenerlo muy en cuenta para futuros procesos sabiendo que, en mi caso, si puedo perdonar una equivocación pero no una reiteración o abuso de poder, siempre que no sea una garrafal y con una gran transcendencia para nuestra ciudad.
Señala que el Ayuntamiento ha esperado mucho para concretar el proceso, después de que solicitase al Sexpe un listado de aspirantes.
Guillermo Borrallo además duda que el proceso sea el más adecuado para dar trabajo a quien más lo necesite y ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que revisen el procedimiento seguido.
Una cosa que decir al tema de los conserjes. No sólo con necesitarlo vale. Hay que valorar que el elegido pueda responder al trabajo asignado. Por experiencia en el colegio de mi hija, no vale de nada un conserje que esté todo el día sentado en una silla esperando a que le pidan una fotocopia o que lleve tal papel a tal aula, dejando de lado ciertos deberes que forman parte de su trabajo y que son menos cómodos que estar navegando por Internet. Debe importar más quien tenga ganas de trabajar que quien necesite trabajar.
Por otra parte, ha acusado a la consejera de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura, Pilar Lucio, de no gestionar correctamente su departamento y de hacerlo desde Plasencia, en lugar de hacerlo desde Mérida, “donde –ha insistido- no conocen a esta señora”.
Que más dará donde se trabaje, hoy en día las empresas más punteras y mejor gestionadas son las que ofrecen a sus empleados la posibilidad del "teletrabajo" o trabajo desde casa mediante teléfono o Internet compaginando la vida laboral y familiar. Y a quien no le guste esa posibilidad que tire la primera piedra.
A lo mejor, gestionaría su departamento más efectivamente si dejara de ir a la oficina (Mérida o Plasencia) y estar más con la gente, esa que necesita Igualdad y Empleo y escuchar sus necesidades reales no por un papel.
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