Y como pasó con el efecto “año 2000”, la vida continúa.
No sé si aquí en Villanueva ha llegado a influir el movimiento de manifestación de la desconfianza en el mundo político general, pero a mi parecer, nos hemos quedado como estábamos… o no.
También queda atrás el rumor que había de que el PSOE había estado preparando el voto por correo de las personas dependientes que no iban a poder ir a votar el día 22M, así como del aviso (o amenaza, como me dijeron) de que tuvieran cuidado a quién votaban porque podría peligrar su apoyo a la dependencia.
Todo el mundo sólo ve el resultado electoral desde el punto de vista del número de concejales, PSOE 13 – PP 7 – IU 1.
Pero yo lo veo desde otro punto de vista:
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PSOE baja de 16 a 13 concejales, es decir, pierde un 18,75% respecto a sus anteriores concejales.
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PP sube de 5 a 7, es decir, sube un 40% respecto a sus anteriores concejales.
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IU ya sabemos que sube a 1. Mejor que no hable de sus anteriores representantes.
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CcVva presentó un duelo que puede ser interesante en el futuro entre Miguel Ángel Gallardo y su mentor Francisco García Ramos, que según dicen el primero debe al segundo su posición.
Por tanto, sí existe una amplia victoria, pero Miguel Ángel Gallardo debería hacérselo mirar porque en algo sí ha perdido. Aunque como en los comics de Astérix, hay una “aldea” (por Villanueva) que sigue resistiendo a empuje de los actuales “romanos” (por PP). Ahora sólo queda esperar si continuará respaldado en la Junta por sus “amigos”, o en caso contrario cortan el grifo a Villanueva.
La verdad es que la campaña me ha causado dos tipos de emociones: aburrimiento y desconfianza.
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Aburrimiento.- No se ha escuchado nada nuevo, en algunos casos no se han escuchado propuestas, sino quejas de la gestión llevada en el Ayuntamiento.
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Desconfianza.- No se ha visto tampoco juego limpio. Ver noticias de posibles espionajes, ver carteles colgantes perfectamente cortados para que no se vieran las caras de los candidatos, ver una carta en mi buzón pidiendo el voto para el PP que al abrirla aparece una foto de Mariano Rajoy, pero ¡que pinta aquí Rajoy!
Sin embargo, aunque se hallan aliado todos lo partidos políticos en quitarme las ganas de ir a votar, el 22M lo hice, y lo hice no por ellos sino por respeto a todos aquellos y aquellas que lucharon y murieron porque hoy en día sigamos teniendo ese privilegio.
Sólo nos queda que Miguel Ángel Gallardo cumpla sus promesas y trabaje con humildad y siga haciendo las cosas igual. Pero yo añado: “con humildad sí, con trabajo también, pero no igual, sino mejor”. Alguien le propuso una vez que estudiara la posibilidad de implantar una Certificación de Calidad y Buenas Prácticas en la gestión del Ayuntamiento, aunque no se sabe si no interesa porque uno de los puntos críticos de la Certificación es el demostrar la transparencia en todas sus acciones de gestión.
De todas formas, espero que desde el 23M la gente no haya empezado a pensar que en poco tiempo van a estar los casi 5 millones de parados todos trabajando, gobierne quien gobierne, en las municipales, en las autonómicas, o en el futuro en las estatales. Pero este pensamiento lo dejaré para otro día.
