Hace una semana en la Plaza de Salamanca de Villanueva, un joven de 19 años murió tras golpearse en la cabeza contra un bordillo al caerse de la moto que conducía. La policía, al parecer, está investigando el caso, pero según cuentan en la calle, el chico iba haciendo un “caballito” con la moto.
Ya es sabido que hace tiempo la Avenida de Chile la usaban de pista para carreras ilegales de motos. También que los nuevos pasos de cebra elevados lo usan como rampas de impulso para hacer una pequeño salto o para hacer “caballitos”. Y ahora, el tramo de carretera de circunvalación paralela a la Avenida de los Deportes, se usa para comprobar la aceleración y velocidad punta de las motos de gran cilindrada, así como el paseo del canal como improvisada calle por donde pasar con las motos.
En esta ciudad en la que se aplican desproporcionadamente las leyes viales a los vehículos se puede comprobar como por pasarte 10 minutos del tiempo de la zona azul te clavan multa, y sin embargo, cualquier vehículo a motor puede circular haciendo el ruido que le venga en gana al dueño (música alta, tubo de escapes modificados o “abiertos”, …), e incluso aparcar en cualquier sitio.
Yo entiendo que a los propietarios les guste tener la moto cerca y vigilada, pero el Ayuntamiento no se da cuenta todavía que a los peatones que pasean por ZONAS PEATONALES no tienen por qué esquibar dichas motos en sus paseos, y lo más peligroso aún, los que paseamos con niños pequeños, no tienen por qué correr el riesgo de pasar junto a esas motos y, una de dos, quemarse con los tubos de escapes calientes o que se les caiga una moto encima, muchas llegan a pesar más de 150 Kg.
A ver si el Ayuntamiento se da cuenta y está más preocupada de esta circunstancia y lo está menos de si hay carteles pegados de publicidad en las paredes del pueblo.